Patricia Aréchaga, es abogada (UBA) y mediadora certificada con el Nº001 del Registro. Integró el Centro de Mediación del Ministerio de Justicia de la Nación Argentina entre 1993 y 2011. Es egresada de la Escuela de Psicología Social “Dr. Enrique Pichón Riviere”.
Cuenta con experiencia nacional e internacional como capacitadora en mediación y negociación en todos sus niveles.
Profesora invitado de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella. A cargo del diseño y facilitación de talleres de formación sobre comunicación, negociación, manejo del conflicto y liderazgo en el área in company, el Programa Abierto de Negociación y docente del MBA en Técnicas de comunicación.
Es docente en la Universidad de los Andes en el Magister del Instituto de Ciencias de la Familia. Es docente de la Escuela de Capacitación del Poder Judicial del Estado de Guanajuato México en la Especialización en MASC.
Es autora de numerosos artículos sobre mediación, publicados en revistas especializadas y coautora del libro “Acerca de la clínica de mediación. Relato de casos”, (Librería Histórica, 2004), Compiladora de la colección de “la trama de papel”, t° 1 “Proceso de Mediación, Conflictos y Mediación Penal”, (Galerna 2005). Editora de la trama revista virtual interdisciplinaria en resolución de conflictos, desde 2002.
Entrevista
1. ¿En qué momento de su vida estaba y cuáles fueron las
motivaciones y expectativas personales para abrazar la mediación como un método alternativo de resolución de conflictos
El azar resultó un gran aliado. Estaba por egresar dela Escuela de Psicología Social y me debatía entre la psicología, lo social y las ciencias jurídicas. La mediación funcionó como catalizador de estos entrecruzamientos. Corría el año 1993.
2. ¿Según usted que cualidades y aptitudes debería tener un buen mediador/a?.
Básicamente ser un experto profesional formado en negociación, toma de decisiones, teoría de la comunicación, teoría del conflicto, teoría acerca de la vincularidad, etc. Es decir construir una identidad profesional que le permita escuchar y comprender el conflicto desde un ángulo que conduzca a encontrar salidas del sistema conflictual. Por ejemplo replanteando el problema desde los intereses prioritarios de las partes. Para ello se debe generar un espacio intencionado para sostener el malestar y la tensión del conflicto y colaborar con las partes para declararse responsables sin ser juzgadas.
3. ¿Un buen Mediador nace o se hace?
No me cabe duda que se hace
4. ¿Sigue usted algún método diferente a los ya existente en
mediación?
Luego de más de 20 años de trayectoria en el campo, el modelo que justifica y permite dar cuenta de la tarea que realizo, ha brevado de varios marcos teóricos.
5. ¿Ha participado en algún proceso de mediación que le haya
despertado eco o resonancias personales?
Por supuesto y es por ello que entiendo que nuestra labor debe apoyarse con dispositivos de control como las supervisiones/ateneos/ talleres reflexivos de la práctica.
6. ¿Cuáles son y fueron los principales apoyos para su desarrollo personal?
Una constante curiosidad por ir delimitando y a la vez abriendo las perspectivas que se encuentran involucradas en nuestra labor
7. ¿De qué mediador ha aprendido sobre mediación
Primero que todo, de mis compañeros de ruta. Silvana Greco, Andrea Finkelstein, Florencia Brandoni, Marily Caram, Gachi Tapia, Francisco Diez, Matilde Risolía, y todos mis colegas que formamos el Centro de Mediación del Ministerio de Justicia de la Nación. Y en segundo lugar de muchos autores con los que he dialogado durante todos estos años, ya sea leyendo ya sea escuchándolos.
8. ¿Es necesaria la formación continua en el mediador?
Si. Es un imperativo ético.
9. ¿Qué consejos le daría a un recién egresado en mediación?
Que se capacite, que escriba sus casos, que reflexione los mismos desde la teoría, que participe de ateneos, que a partir d ela práctica reflexiva comience a desarrollar conceptos teóricos que le permitan instrumentarse cada vez más en esta apasionada y hermosa tarea/labor de mediar.
10¿Que le falta a Chile para tener una mediación con tanto prestigio como la de Argentina?
No me atrevería nunca a dar opinión en este sentido. Sólo diría que para el éxito de cualquier programa de mediación la calidad en la formación del mediador es esencial.